Rosh Hashaná recibe el nombre de Yom Teruá. La teruá son los sonidos quebrados y entrecortados que expresan angustia y el rompimiento del modelo anterior de cara a una nueva etapa. Es preceptivo rodear o envolver al sonido de la teruá con el de la tekiá que es un sonido simple y prolongado. O sea, en Rosh HaShaná se nos ordenó escuchar tres series de 'tekiá, teruá y tekiá', lo cual en total suman nueve sonidos. Se puede tocar una teruá que exprese quebrantamiento del corazón y dolor de tres maneras: 1) Por medio de sonidos medianos similares a suspiros que reciben el nombre de 'shvarim'. 2) Sonidos breves que se asemejan a un llanto entrecortado y reciben el nombre de 'teruá'. 3) Una combinación de ambos, tal como una persona que suspira o gime y luego continúa llorando, a la cual se la denomina 'shvarim-teruá'. Dado que cada tipo de teruá posee una singularidad y un valor intrínseco, nuestros sabios establecieron que se lleve a cabo la teruá en cada una de sus tres variantes. En la primera serie se toca tres veces: 'tekiá, shvarim truá, tekiá', en la segunda tres veces: 'tekiá, shvarim, tekiá' y en la tercera tres veces: 'tekiá, teruá, tekiá'. En total, se tocan treinta sonidos.