Es preceptivo ingerir matzá en la noche del Seder, tal como fue dicho: "por la noche, habréis de comer panes ázimos" (Shemot-Éxodo 12:18). La preparación de la matzá para el cumplimiento del precepto requiere de un cuidado especial, tal como fue dicho: "Habréis de observar (cuidar) (la festividad) de los panes ázimos (matzot)" (ídem 17). Por ello, las matzot de la noche del Seder deben ser 'matzot shemurot' (lit. matzot cuidadas), esto es, que se comenzó a cuidarlas desde el momento de la siega del trigo, teniendo el recaudo de que no caigan lluvias sobre las espigas y no se almacenen en un sitio húmedo. A partir del momento en que se comienza a amasar, además de tener un especial cuidado, se requiere que se tenga la intención (kavaná) de que lo que se realiza es en aras de elaborar matzot para el cumplimiento del precepto. La ingestión de la matzá tiene por cometido recordar la fe, el hecho de que HaShem se reveló a nuestros ancestros en Egipto y los redimió, y por lo tanto, el cuidado de las matzot para que no se tornen jametz expresa la protección de la fe de cualquier tipo de afección.