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El ayuno en el mes de Tamuz fue instituido por la brecha que fue abierta en la muralla de la ciudad de Jerusalém. Los romanos lucharon tres años alrededor de los muros de la ciudad sin lograr doblegarla. Al final, por causa del odio gratuito que imperaba y las guerras fratricidas, los defensores judíos se debilitaron y los romanos lograron superarlos, hasta que un 17 de Tamuz lograron abrir un boquete en los muros de Jerusalém y penetrar a su interior. Con el ingreso a la ciudad, el destino de la guerra se definió de hecho en nuestra contra. Los combates continuaron en la ciudad por tres semanas más y finalmente el 9 de Av el Monte del Templo fue conquistado, el Santuario quemado y así fue cómo comenzó el exilio.
Dado que se estableció un ayuno por la brecha efectuada en el muro de la ciudad, recordamos otros cuatro eventos trágicos que le sucedieron a nuestros ancestros en esa misma fecha en diferentes años. Un 17 de Tamuz se suspendieron las ofrendas del sacrificio permanente (Korban HaTamid), Apostomus quemó un rollo de la Torá y se introdujo un ídolo en el Templo de Jerusalém. Aun antes de ello, un 17 de Tamuz Moshé quebró las Tablas de la Ley a raíz del pecado del becerro de oro (ver arriba 15:22). Todos estos eventos expresan la crisis que afecta a las raíces espirituales, que en caso de no ser tratadas de inmediato, causarán luego la completa destrucción del 9 de Av.
