La necesidad de transportar objetos por los caminos y viajar de sitio en sitio surge de la carencia humana, del hecho de que no puede obtener su sustento allí donde habita y precisa salir de su dominio. Pero el objetivo del Shabat es que los hijos de Israel descansen de todo esfuerzo o preocupación, contemplen lo buena que es la Creación y se deleiten en HaShem y Su bondad. Por ello, aun cuando la persona no cargue nada, no debe salir de su área de pernocte de Shabat (tjum Shabat), que es un mil (912 metros, unos 2000 codos) en cada dirección. Por lo tanto, quien reposa en el campo puede ir un mil en cada sentido. Quien pasa el Shabat en la ciudad o en un poblado, toda el área rodeada por el eruv es considerada como un mismo sitio y se puede caminar allende la ciudad un mil en cada dirección. En el caso de quien tuvo un contratiempo y su avión aterrizó en el aeropuerto después de entrado el Shabat, dado que por lo general el aeropuerto está rodeado por una cerca resulta que es todo un mismo sitio por lo que se permite salir de la terminal una distancia adicional de un mil.