Por medio del amasado se genera algo nuevo que posee características que no era dable hallar en los ingredientes por separado, puesto que la harina o el agua solas no pueden fermentar, ni pueden ser horneadas y solamente por medio del amasado se puede elaborar con éstas pan, pasteles u otros alimentos. De igual manera, la arena y el cemento por separado no sirven para construir, pero una vez mezclados con agua sirven para erigir casas. Toda mezcla de un producto seco con otro líquido que se transforma en una unidad separada y espesa ingresa en la prohibición de no amasar. Por ejemplo, se prohíbe preparar gelatina mezclando el polvo de esta con agua, ni se permite preparar puré mezclando polvo de papa molida y deshidratada con agua.
La prohibición de amasar según la Torá se refiere a una mezcla espesa, pero en caso de no serlo, al grado de que puede ser vertida de recipiente en recipiente - no se incluye en la prohibición, y nuestros sabios prohibieron hacerla de modo habitual, no sea que por error la mezcla se torne espesa, pero de un modo diferente al habitual se permite hacer una mezcla líquida. El cambio en la elaboración es en el orden de colocación de los ingredientes y en el modo de revolver, esto es, en vez de hacerlo con una cuchara moviéndola en círculos se puede moverla en líneas rectas de lado a lado a lo largo y ancho del recipiente.