A los efectos de cumplir el precepto de comer matzá se debe ingerir de esta el volumen equivalente a un 'zait' (lit. aceituna), y en virtud de las dudas existentes se adopta una actitud más estricta y se calcula uno equivalente a medio huevo (25 mililitros) que es un tercio de matzá hecha a máquina, o su tamaño equivalente de la hecha a mano. El tercio de matzá debe ser ingerido de modo continuado y a lo sumo en un lapso de siete minutos. Las personas que cumplen el precepto de la ingestión con excelencia comen dos 'zait' que equivale a dos tercios de matzá de máquina. Debe tenerse el recaudo de comer la matzá preceptiva en posición reclinada o en hasabá, con la intención de por su intermedio cumplir el mandato de la Torá y se recuerda que la matzá rememora los panes ázimos que comieron nuestros ancestros cuando salieron de Egipto rumbo a su libertad. De acuerdo con las indicaciones de nuestros sabios, se comen dos cantidades de 'zait' de matzá suplementarias: una durante el korej, esto es, junto con maror, y la segunda, al final de la comida a modo de afikomán. Resulta entonces que, en total, el precepto es ingerir el volumen equivalente a una matzá de máquina, y quienes cumplen con excelencia le agregan un tercio más.
Antes de comer la matzá abluimos nuestras manos con la bendición correspondiente y el conductor del Seder eleva un poco las matzot que tiene delante suyo y recita dos bendiciones: 'Al Ajilat Matzá' y 'HaMotzí Lejem Min HaAretz' y reparte de estas a los comensales. El horario de ingestión de la matzá y el maror es hasta la medianoche. También el afikomán debe, a priori, ser ingerido hasta la medianoche.