Un hombre tiene prohibido vestir una prenda claramente femenina, y de igual manera, la mujer tiene prohibido vestir una prenda claramente masculina, tal como fue dicho: "No deberá haber atuendo de hombre sobre mujer, ni deberá vestir el hombre prenda de mujer; ya que es abominación para HaShem tu D’s todo el que practica esto" (Devarim-Deuteronomio 22:5). Este precepto tiene dos motivos: el primero, evitar actos promiscuos que puedan causar una traición y el abandono de la institución familiar; y el segundo, preservar la identidad particular de cada persona. Obviamente, se prohíbe realizar una cirugía para cambiar el sexo, ya que además de la prohibición de 'no vestir' se incurre en una transgresión mucho más grave que es la del auto castrado (ver arriba 8:8).