Hay quienes acostumbran a tener en su casa una alcancía destinada a la tzedaká y cada día, antes del rezo o en otro momento colocan allí una moneda de pequeño valor. Luego, pasado un tiempo cambian las monedas pequeñas por billetes de mayor denominación y lo donan a yeshivot o a los pobres. Si bien lo principal del precepto es donar mes a mes un diezmo o un quinto del total de las ganancias, hay quienes cumplen con especial excelencia procediendo de este modo para entrenarse en donar para causas sagradas.