El objetivo de la Creación es el incremento de la vida en el mundo, y de ello se desprende la prohibición de castrar machos entre los animales, cuyos órganos reproductores son visibles. Sin embargo, se debatió respecto de la esterilización de hembras, y la idea preponderante es que ello está prohibido por disposición rabínica. Cuando resulta necesario evitar la multiplicación de animales, esto se permite a través de un tratamiento hormonal, y en caso de gran premura o urgencia, se puede esterilizar a las hembras por medio de una inyección u obstruyendo las trompas, sin afectar directamente los órganos reproductores.