El oficiante dirige el rezo como enviado o representante de la congregación, y por ello en hebreo recibe la denominación de sheliaj tzibur. A veces, el público recita las plegarias junto al oficiante siendo este quien fija el ritmo de la oración, y en los pasajes que requieren de minián para poder recitarse, tales como los diferentes Kadish y la repetición del rezo en voz alta, el oficiante los dice solo y el público responde ‘Amén’. Para la función de oficiante debe escogerse a una persona honesta, querida por sus semejantes, de voz agradable y acostumbrado a leer sin cometer errores. En Shabatot y días festivos se debe procurar que los oficiantes sean poseedores de buenas aptitudes musicales para que puedan agradar con su voz y honrar al Cielo en los pasajes que se suelen cantar. En los rezos de los Días Solemnes y en los ayunos públicos se debe tener especial cuidado de que el oficiante sea temeroso del Cielo, humilde y poseedor de una buena reputación. El oficiante debe vestir una indumentaria respetable, tal y como corresponde a quien reza ante HaShem en representación del público. Está prohibido que una persona ocupe el puesto de oficiante sin que la congregación, o el encargado de la sinagoga que es quien la representa, se lo pidan. Si una persona pasa a oficiar en oposición a la voluntad de la congregación, no se le responde ‘Amén’.
