Una vez que la persona comió y bebió, su cuerpo digiere y absorbe la mejor parte de lo ingerido, de la cual recibe energía y vitalidad, al tiempo que la parte restante es evacuada como residuo. Cuando una persona tiene dificultad en esta última función su sufrimiento es enorme y su cuerpo enferma. En caso de no hallar una cura para su dolencia, habrá de padecer una muerte atormentada. Por lo tanto, nuestros sabios establecieron que luego de que una persona orine o vaya de cuerpo, lave sus manos y agradezca HaShem a través de la bendición Asher Yatzar por el funcionamiento del cuerpo y por la salud general de su organismo que fue formado con sabiduría.
Muchas veces ocurre que una persona sana no es consciente de la importancia de evacuar los residuos corporales y solamente después de enfermar comprende en qué medida corresponde agradecer a D's por poder hacerlo. Una gran parte de los males que sobrevienen a la persona obedecen a cosas innecesarias que se acumularon en su consciencia, en su mente, en su cuerpo y en su hogar, y que en caso de no poder deshacerse de ellas habrá de deteriorarse. Resulta entonces, que una de las funciones más importantes para el ser humano es la evacuación de los residuos. En la bendición de Asher Yatzar agradecemos y alabamos a HaShem por habernos creado con maravillosa sabiduría y habernos concedido cavidades y orificios por cuyo intermedio podemos captar del exterior elementos que nos resultan útiles y eliminar lo superfluo y lo dañino.
Una persona que precisa evacuar corresponde que lo haga a la mayor brevedad para limpiarse de los residuos que anidan en su cuerpo. En caso de estar tan necesitada, al grado de que debe evitar activamente que los residuos salgan de su cuerpo, en el hecho de demorar la evacuación denigra a su cuerpo y daña a su salud. Sin embargo, una persona que se encuentra en compañía de otras, de modo tal que retirarse para ir al excusado le puede generar una situación embarazosa, tiene permitido demorarse en hacerlo.