El pan está elaborado de uno de cinco cereales, y en virtud de su gran importancia, nuestros sabios le establecieron una bendición especial: 'Baruj Atá HaShem Elokeinu Melej Ha'Olam HaMotzí Lejem min HaAretz' (Bendito eres Tú HaShem nuestro D's Rey del universo que extrae el pan de la tierra). A priori, se acostumbra a aderezar el pan con sal o con ensalada para que su ingestión, con posterioridad al recitado de la bendición, se lleve a cabo con el mejor y más apropiado sabor.
Dado que la generalidad del alimento humano es llamada 'pan', la bendición de HaMotzí incluye a todos los demás alimentos presentes en la comida, por ejemplo, carne, pescado, papas, arroz, lentejas, quesos, ensalada de verduras, diversas ensaladas y platillos cocidos. Sin embargo, alimentos que suelen ingerirse al final de la comida a modo de postre, en virtud de su buen sabor y no a los efectos de saciar el apetito, no quedan incluidos en la bendición de HaMotzí y se debe bendecir previo a su ingestión. No obstante, una vez ingeridos ya no es necesario bendecir por ellos separadamente, sino que el Birkat HaMazón final también los incluye. Por ejemplo, si se trajo al final de la comida frutos del árbol, se recita por ellos Boré Prí HaEtz y si se trajo helado se recita Shehakol.