Es precepto de la Torá que una vez que la persona haya comido y haya satisfecho su apetito bendiga y agradezca a HaShem, y esto reporta una gran importancia ya que luego de haber ingerido sus alimentos el ser humano puede llegar a olvidar que alguna vez estuvo hambriento, tal como fue dicho: "Comerás y te saciarás y bendecirás a HaShem tu D’s, por la tierra buena quete ha dado. Cuídate, no sea que olvides a HaShem tu D's, al no observar Sus Mandamientos y Sus leyes y Sus fueros… No sea que comas y te sacies, y casas buenas edifiques y las habites. Y tu ganado vacuno y tu ganado ovino se multipliquen, y plata y oro se te incremente; y todo lo que es tuyo se multiplique. Y que se enaltezca tu corazón y que olvides a HaShem tu D’s, el que te ha sacado de la tierra de Egipto, de la casa de la servidumbre…" (Devarim-Deuteronomio 8:10-14).
Birkat HaMazón incluye tres bendiciones: la bendición de 'HaZán' (lit. que nutre), la bendición por la tierra y la bendición por Jerusalém. En la primera bendición le agradecemos a D's por el alimento en sí, la segunda y la tercera se refieren a la tierra de Israel y a su sagrado corazón – Jerusalém. De ese modo, resulta que la mayoría de esta bendición está vinculada al suelo patrio, ya que el objetivo principal del pueblo de Israel es enfrentar la vida terrenal y los desafíos de la obtención del sustento, y en virtud de ello conectarse a la fe en HaShem, ocuparse de poblar el mundo, aprender a disfrutar de lo bueno de la vida y agradecer a D's por ello. A estos efectos fue creada la tierra de Israel, en la cual es posible revelar los ideales Divinos y de ella habrán de difundirse la fe, la moral y los valores al mundo entero.
Tras la destrucción del Segundo Templo, la realidad parecía indicar que ya no había esperanza de poder reconstruir el país y Jerusalém, y entonces, qué sentido tenía continuar bendiciendo a D's por 'la tierra buena'. Por lo tanto, nuestros sabios establecieron una bendición adicional llamada 'HaTov VehaMeitiv' (que es bueno y prodiga el bien), dirigida a reforzar la certeza de que todo cuanto acontece es para bien, y que incluso la destrucción del Templo, el exilio y los sufrimientos padecidos tienen por finalidad repararnos de cara a una construcción más completa de nuestra tierra, de Jerusalém y del Templo. Tras la finalización del Birkat HaMazón, se acostumbra a formular diferentes pedidos que comienzan con las palabras 'HaRajamán' (el compasivo) y los huéspedes acostumbran a bendecir al dueño de la casa que los agasaja.