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La virtud del día del casamiento

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La virtud del día del casamiento

El día de los esponsales es el más trascendente e importante en la vida de la pareja. En ese día comenzarán a cumplir de manera completa el precepto de "Amarás a tu prójimo como a ti mismo", que es la regla más importante de la Torá, la cual arriba a su máxima expresión en el marco del matrimonio. En este día sagrado la imagen Divina que anida en el seno de los novios ilumina, estos trascienden el límite de sus personalidades individuales y establecen mutuamente un pacto de amor y lealtad. Entonces, una chispa de la unicidad Divina se revela en ellos y tienen el mérito de traer al mundo nueva vida y de ser socios de la continuación del proceso de la Creación.    

No resulta fácil para el corazón aprehender la dimensión de la larga y maravillosa travesía que el novio y la novia inician al ingresar bajo el palio nupcial. Se trata de un recorrido infinito rumbo a las cúspides del amor y las profundidades de la responsabilidad. En su derrotero, pasarán por momentos difíciles, momentos alegres y muchos días de bendita rutina. Atravesarán momentos en los cuales su amor arderá y otros que expresarán fraternidad y amistad por medio de un sinfín de gestos y acciones personales. Cuanto mayor es el viaje, mayores serán las dificultades y los obstáculos que deberán superar en el camino, y en la medida en que tengan el mérito de apegarse más y más a los preceptos de la Torá y a las restricciones que establecieron los sabios, más fácil les resultará sortear las pruebas que se presenten y continuar así revelando más estratos y más aspectos ocultos en el maravilloso vínculo de pareja. De este matrimonio crecerán, con la ayuda de D's, niños que llegado el día y D's mediante, también ingresarán bajo el palio nupcial y comenzarán su maravillosa travesía de la cual nacerán sus nietos y bisnietos hasta el fin de las generaciones. Si los novios viesen todo esto en el momento de su enlace, seguramente sucumbirían, pues el corazón no es capaz de contener la trascendencia de la santidad y de la responsabilidad. Aquí llegan a su primera prueba, si en su boda habrán de buscar esplendor y honor ingresando en tensiones y pleitos o si llevarán a cabo una gran alegría preceptiva, en la cual se regocijarán junto a su familia y amigos con humildad y recato.

Nuestros sabios dijeron que en el día del casamiento se condonan los pecados del novio y de la novia. Esto es así ya que en ese día ambos desean con todo su corazón alegrarse mutuamente con fidelidad, criar hijos y educarlos para que sean buenas personas a ojos de D's y de los hombres. Para potenciar este proceso positivo corresponde que el novio y la novia retornen en arrepentimiento en el día de sus esponsales y recen a D's para que los ayude a concretar sus nobles aspiraciones. Hay quienes acostumbran a ayunar durante todo ese día y quienes lo hacen solo hasta el mediodía.

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