La circuncisión expresa el pacto que estableció HaShem con el pueblo de Israel, al cual le destinó o le encomendó la misión de reparar el mundo por medio de la revelación de la fe y la santidad en la realidad. La circuncisión se lleva a cabo en los varones por medio de la extracción del prepucio del órgano destinado a la feliz unión de la pareja a fin de incrementar la vida y la bendición. El precepto del Brit Milá está vinculado a los de "Creced y multiplicaos" y poblar la tierra, tal como le fue dicho a nuestro patriarca Abraham: "Y estableceré Mi pacto entre Yo y tú y te acrecentaré más y más. Y estableceré Mi Pacto entre Yo y tú y tu descendencia en pos de ti por sus generaciones, por Pacto Eterno. Para ser para ti por D’s y para tu descendencia después de ti. Daré para ti y para tu descendencia después de ti la tierra donde habitas, toda la tierra de Cana'án, como posesión eterna y seré para ellos por D’s. Este es Mi Pacto que habréis de observar, entre Yo y vosotros y entre tu descendencia, después de ti: Habrá de circuncidarse para vosotros todo varón" (Bereshit-Génesis 17:2-10).
En el precepto del Brit Milá aprendemos que un judío debe estar dispuesto a entregar su vida y su sangre en aras del pacto con D´s. El pueblo de Israel aceptó revelar que existe un Creador y un Conductor, en un mundo de oscurantismo y herejía, persiguiendo la justicia y la generosidad aun cuando todos los pueblos de los alrededores estén embebidos de instintos de asesinato y pillaje, esforzándose por llevar una vida de pureza y moral en medio de un mundo de falsedad e hipocresía. El camino hacia la realización de esta gran y encomiable misión está colmado de dificultades y sacrificios. La extracción del prepucio, que expresa el defecto moral que está adherido al mundo, implica dolor, sufrimiento y sangre. No existe un precepto paralelo de extracción de prepucio en las mujeres y hay quienes aprenden de esto que naturalmente su carácter es más depurado y por ello conviene que su educación sea impartida de un modo más suave.
El precepto de la circuncisión recae sobre el padre, y en caso de no estar al alcance de sus posibilidades, sobre la madre. Un judío cuyos padres no lo hicieron ingresar al pacto de nuestro patriarca Abraham (no lo circuncidaron), a partir del momento en que llega a la edad adulta en la que debe cumplir con los preceptos – debe preocuparse por ser circuncidado. A pesar de la importancia del Brit Milá, este precepto no define la identidad judía, sino que judío es todo aquel nacido de madre judía, haya sido o no circuncidado. Un converso, sin embargo, debe ser circuncidado para completar su proceso de conversión.