)
Es preceptivo llevar a cabo el rescate del bebé exactamente al día treinta y uno de haber nacido, o sea, cuatro semanas y dos días después del parto, de modo tal que, si el nacimiento tuvo lugar un domingo, el pidión se realizará el martes pasadas cuatro semanas. Si el nacimiento tuvo lugar un jueves, el rescate se tendría que realizar en Shabat, pero como está prohibido hacer un pidión en ese día, la ceremonia se posterga al domingo.
Se rescata al primogénito por medio de cinco monedas de plata pura cuyo peso conjunto es de 85 gramos. Se puede rescatar al bebé con objetos de ese o mayor valor, pero no por medio de billetes. Dado que hay fluctuaciones en la cotización de la plata pura, el valor de las cinco monedas también cambia. En los últimos años los valores han oscilado entre cien, ciento cincuenta y trescientos NIS.
El deber del rescate recae sobre el padre, pero la santidad del primogénito depende de la madre ya que para estos efectos la primogenitura se define como el primer varón que sale de la matriz (peter rejem). Aunque el padre tuviese un hijo de otra esposa, si el segundo en nacerle es aquel que abre la matriz de la madre, es sagrado y requiere rescate. Un primogénito que nace tras el aborto de un feto cuyos órganos alcanzaron a formarse, o sea, alcanzó el desarrollo posterior a los cuarenta días de la gestación, está exento del rescate por no ser aquel que 'abrió la matriz'. De igual manera, no se rescata a un primogénito nacido mediante una cesárea por cuanto que 'no abrió la matriz'.
El primogénito de un cohen o un leví está exento de rescate, así como también el nacido de una hija de cohen o de leví.
