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La festividad de Purim tiene la particularidad de que se celebra en dos fechas. El origen de esto se remonta al milagro de la salvación: el día 13 del mes de Adar es aquel en el cual el reino les permitió a los enemigos del pueblo de Israel exterminarlos, y por medio del accionar de Ester y Mordejai el decreto fue revertido y se permitió a los judíos matar a sus perseguidores. Dado que Haman fue ahorcado y Mordejai accedió a la grandeza, los perseguidores del pueblo de Israel entraron en pánico por lo que el día trece los israelitas mataron a quienes pensaban exterminarlos y al día siguiente, el 14 de Adar, celebraron. Sin embargo, en la ciudad de Shushán los enemigos eran numerosos por lo que se permitió a los judíos matarlos durante dos días y solamente el día 15 celebraron con gran alegría. En recuerdo de ello, nuestros sabios establecieron que en todas las ciudades importantes que estaban rodeadas por una muralla, tales como la capital Shushán, Purim se celebra el día 15 del mes de Adar y en los demás sitios el 14. Dado que en ese tiempo la tierra de Israel se encontraba destruida y ninguna de sus ciudades contaba con muralla, y a los efectos de rendirle tributo y honor, fijaron que todas aquellas localidades que estaban amuralladas desde los días de Yehoshúa Bin Nun celebren Purim el día 15.
Durante los dos mil quinientos años que pasaron desde entonces, se perdieron las tradiciones respecto de la ubicación exacta de las ciudades antiguas, y respecto de algunas de estas surgió la duda de si estaban o no amuralladas en esos días. Solamente tenemos una tradición fidedigna respecto de su carácter de ciudad amurallada en aquel entonces, y esa es la de la ciudad de Jerusalém, nuestra ciudad Santa y esplendorosa, y solamente en ella se celebra Purim el día 15. En todas las ciudades respecto de las cuales existe duda, como Jevrón, Tveria, Yafo y Lod, se celebra Purim el día 14 y quienes lo hacen con especial excelencia cumplen también con los preceptos festivos el 15.
