Los siete días limpios comienzan con la puesta del sol y concluyen tras siete jornadas una vez salidas las estrellas. Esto es, los siete días limpios concluirán una semana después, en el mismo día en que se empezaron a contar. Durante esta semana, la mujer debe prestar atención de que no continúe sangrando. Para ello, debe revisarse todos los días por medio de un 'testigo de revisión' el cual deberá ser introducido en la vagina para cerciorarse de que se encuentra limpia de sangre. Si se encuentra aunque tan solo sea una pizca de sangre en el 'testigo de revisión', o si el sangrado se reinició y en la ropa interior blanca se percibe una mancha de sangre de al menos dos centímetros de diámetro – se deberá realizar nuevamente una fijación de interrupción de sangrado (hefsek tahará) previo a la puesta del sol y comenzar a contar nuevamente siete días limpios.
Una mujer que sabe que su período concluyó, pero a veces sufre de sangrados producidos por el dispositivo intrauterino, por píldoras hormonales o heridas vaginales, además del hefsek tahará se habrá de revisar solamente dos veces durante los siete días y no habrá de vestir ropa interior blanca para que no vea manchas que le despierten dudas.