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La idea de la kashrut o aptitud de los alimentos

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El alimento que el ser humano consume ocupa un lugar importante en su vida ya que este le brinda sustento e influye en su estado de ánimo. Por lo tanto, HaShem nos otorgó numerosos preceptos para elevar nuestra ingestión de alimentos, de modo tal que nos provean de bríos para realizar acciones justas y nobles e incrementar así el bien y la bendición, al tiempo que nos permitan desarrollar en nuestro interior la virtud de la limitación y cuidarnos de la pasión y la crueldad que pueden asociarse al deseo del comer. Asimismo, la singularidad del pueblo de Israel se manifiesta claramente en las leyes de kashrut, las cuales orientan nuestra alimentación y evitan que esta resulte vacua, sino que por el contrario exprese los valores Divinos, y por ese motivo, la comida de las demás naciones está prohibida para nosotros. Tal como fue dicho: «…y no os encaminéis en pos de las normas de la nación, la que Yo expulso de ante vosotros, ya que todo esto ellos han hecho, y los he repudiado.    Empero dije: vosotros poseeréis su tierra, y Yo os la daré a vosotros para poseerla, una tierra que mana leche y miel. Yo soy HaShem vuestro D’s, que os he distinguido a vosotros de entre los pueblos.  Habréis de distinguir entre el animal impuro y el puro, y entre el ave pura e impura. Y no haréis impuras vuestras almas con los animales y con las aves, y con todo lo que repta sobre la tierra, lo que Yo he hecho distinguir para vosotros, para declarar impuro.    Seréis para Mí consagrados, ya que santo soy Yo HaShem, y os distinguí a vosotros de entre los pueblos, para que seáis para Mí» (Vaikrá-Levítico 20:23-26).