En recuerdo del milagro acaecido, nuestros sabios de la Gran Asamblea (Kneset HaGuedolá), que eran el Gran Tribunal existente en los primeros días de la era del Segundo Templo, establecieron la celebración de la festividad de Purim para todas las generaciones. Esta festividad cuenta con cuatro preceptos: 1) La lectura de la Meguilá (rollo del libro de Ester). 2) Banquete y alegría (mishté). 3) Envío de porciones (mishloaj manot). 4) Presentes para los menesterosos (matanot laevionim).
En Purim, se acostumbra a vestir prendas festivas tanto de noche como de día y a abstenerse de trabajar, y se permite hacerlo solamente a los efectos de evitar una pérdida cuantiosa o con la finalidad de atender las necesidades de la alegría festiva. Se agrega el recitado de ‘Al HaNisim’ tanto en el rezo como en el Birkat HaMazón.
